Caitlin Daniel
Social Science & Medicine 2020 January 31, 248: 112823
Los debates sobre si una dieta saludable es asequible a menudo pasan por alto cómo los propios consumidores de bajos ingresos evalúan el costo de los alimentos. Esta pregunta es relevante para explicar las elecciones de alimentos y medir los precios de los alimentos.
Basándome en entrevistas con 49 cuidadores primarios de bajos ingresos y observaciones de compras de comestibles con 34 de estos entrevistados, encuentro que los encuestados juzgan el costo de los alimentos de dos maneras: 1) juicios absolutos o evaluaciones de si un alimento cubre las necesidades de una familia con recursos escasos y 2) juicios relativos, o interpretaciones del precio en relación con otro alimento que enmarca un artículo como asequible o caro por el contrario.
Los juicios absolutos reflejan los gastos reales, incluidos no solo el precio de etiqueta, sino también cuatro costos monetarios infravalorados. Estos costos subestimados provienen del desperdicio de alimentos; paquetes que contienen más de lo necesario; comida que se consume demasiado rápido; y alimentos insalubres.
Cuando los costos monetarios no se miden y cuando los consumidores interpretan los precios en términos relativos, las opiniones de los investigadores sobre el costo de los alimentos difieren de las experiencias de las personas de bajos ingresos. Las opiniones divergentes tienen dos resultados: las estimaciones del costo de los alimentos exageran la asequibilidad de una dieta saludable y los observadores pueden interpretar erróneamente las compras como financieramente imprudentes. Estos hallazgos pueden informar la política, la programación y el discurso público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario