Zhirong Yang, Duncan Edwards,
Efthalia Massou, Catherine L Saunders, Carol Brayne, Jonathan Mant
Journal of Clinical Epidemiology 28
June 2019 Volume 2019:11 Pages 495—508
DOI
https://doi.org/10.2147/CLEP.S201983
Antecedentes
La evidencia de los ensayos respalda el
uso de estatinas después de un accidente cerebrovascular isquémico
y las recientes guías estadounidenses, europeas y británicas
recomiendan estatinas a alta intensidad para esta indicación. Se
dispone de datos limitados que describen el uso actual de estatinas
en estos pacientes en entornos no seleccionados. Realizamos un
estudio de cohorte para examinar las tendencias seculares y los
factores asociados con el uso de estatinas y las dosis después del
accidente cerebrovascular isquémico.
Métodos
Se realizó un estudio de cohorte
retrospectivo de pacientes con el primer accidente cerebrovascular
isquémico entre 2000 y 2014 utilizando el enlace de datos de
investigación de práctica clínica (CPRD). Las proporciones de
usuarios de estatinas y usuarios de estatinas a alta intensidad
dentro de los 2 años posteriores al accidente cerebrovascular se
estimaron para cada año de calendario. Utilizamos los modelos de
regresión de Cox para explorar los factores potenciales asociados
con el uso de estatinas y los modelos de regresión de Poisson para
calcular los índices de riesgo para el uso de una estatina de alta
intensidad.
Resultados
Se analizaron un total de 80.442
pacientes con primer ictus. La proporción de uso de estatinas dentro
de los 2 años posteriores al accidente cerebrovascular aumentó del
25% en 2000 al 70% en 2006 y se mantuvo en alrededor del 75% hasta
2014. Entre los usuarios de estatinas después del accidente
cerebrovascular, el uso de alta intensidad representó
aproximadamente el 15% entre 2004 y 2011 y luego aumentó a casi el
35% en 2014. Pacientes de mayor edad (75 años o más), pacientes más
jóvenes (45 años o menos), pacientes sin tratamiento previo con
estatinas, demencia, bajo peso o ausencia de factores
cardiovasculares (enfermedad coronaria, tabaquismo, obesidad) ,
diabetes, hipertensión o cuadro isquémico transitorio tuvieron
menos probabilidades de usar estatinas y menos probabilidades de
recibir una estatina de alta intensidad.
Conclusión
Ha habido un aumento a lo largo del
tiempo tanto en el uso de estatinas como en la dosis, pero muchos
pacientes con accidente cerebrovascular isquémico continúan
recibiendo un tratamiento insuficiente. Los ensayos clínicos y las
intervenciones de políticas para mejorar el uso apropiado de
estatinas después de un accidente cerebrovascular deben centrarse en
pacientes más jóvenes y mayores, pacientes sin tratamiento con
estatinas antes del accidente cerebrovascular y pacientes sin
factores de riesgo cardiovascular adicionales.
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