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sábado, 22 de junio de 2019

ASISTENCIA PARA EL DOLOR LUMBAR: ¿PUEDEN PRESTARLA LOS SISTEMAS DE SALUD?


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Adrian C Traeger, Rachelle Buchbinder, Adam G Elshaug, Peter R. Croft, Chris G Maher
Bulletin of the World Health Organization 2019 June 1, 97 (6): 423-433

El dolor lumbar es la causa principal de los años vividos con discapacidad en todo el mundo. En 2018, un grupo de trabajo internacional hizo un llamamiento a la Organización Mundial de la Salud para aumentar la atención sobre la carga del dolor lumbar y la necesidad de evitar soluciones excesivamente médicas. De hecho, las principales guías clínicas internacionales ahora reconocen que muchas personas con dolor lumbar requieren poco o ningún tratamiento formal. Cuando se requiere tratamiento, el enfoque recomendado es desalentar el uso de medicamentos para el dolor, inyecciones de esteroides y cirugía de la columna vertebral, y en su lugar promover terapias físicas y psicológicas. 
Muchos sistemas de salud no están diseñados para apoyar este enfoque.
En este documento, discutimos por qué la atención del dolor lumbar que concuerda con las guías clínicas requiere cambios en todo el sistema. Detallamos los desafíos clave de la atención al dolor lumbar dentro de los sistemas de salud, que incluyen los intereses financieros de las compañías farmacéuticas y otras; sistemas de pago obsoletos que favorecen la atención médica sobre la autogestión de los pacientes; y las tradiciones y creencias médicas profundamente arraigadas sobre el cuidado del dolor de espalda entre los médicos y el público.
Ofrecemos ejemplos internacionales de soluciones y políticas y prácticas prometedoras para los sistemas de salud que enfrentan una carga cada vez mayor de atención ineficaz para el dolor lumbar. Sugerimos políticas que, al cambiar los recursos de atención innecesaria a atención concordante con la guía clínica para el dolor lumbar, podrían ser neutrales en cuanto a costos y tener un impacto generalizado.
Sin embargo, pequeños ajustes a la política de salud no funcionarán de forma aislada. Los sistemas en el lugar de trabajo, los marcos legales, las creencias personales, la política y el contexto social general en el que experimentamos la salud también tendrán que cambiar.




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