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sábado, 9 de marzo de 2019

MENISCECTOMÍA PARCIAL ARTROSCÓPICA PARA LOS DESGARROS DE MENISCO DE LA RODILLA: UNA REVISIÓN SISTEMÁTICA Y METANÁLISIS

Simon G F Abram, Sally Hopewell, Andrew Paul Monk, Lee E Bayliss, David J Beard, Andrew J Price
http://dx.doi.org/10.1136/bjsports-2018-100223

Objetivo
Evaluar el beneficio de la meniscectomía parcial artroscópica (APM) en adultos con rotura de menisco y dolor de rodilla en tres poblaciones definidas (teniendo en cuenta la intervención de comparación): (A) todos los pacientes (cualquier tipo de rotura de menisco con o sin osteoartritis radiográfica); (B) pacientes con cualquier tipo de desgarro de menisco en una rodilla no artrósica; y (C) pacientes con un desgarro meniscal inestable en una rodilla no artrósica.

Diseño
Revisión sistemática y metanálisis.

Fuentes de datos
Se realizó una búsqueda en MEDLINE, Embase, CENTRAL, Scopus, Web of Science, Clinicaltrials.gov e ISRCTN, ilimitada por idioma o fecha de publicación (desde el 18 de octubre de 2018).

Criterios de elegibilidad
Ensayos controlados aleatorios realizados en adultos con roturas de menisco, comparando APM versus (1) intervención no quirúrgica; (2) intervención farmacológica; (3) intervención quirúrgica; y (4) ninguna intervención.

Resultados
Se identificaron diez ensayos: siete comparados con no quirúrgicos, uno farmacológico y dos quirúrgicos. Los hallazgos se vieron limitados por el pequeño tamaño de la muestra, el pequeño número de ensayos y el cruce de participantes a APM a partir de las intervenciones de comparación. En el grupo A (todos los pacientes) que recibieron APM versus intervención no quirúrgica (fisioterapia), a los 6-12 meses, hubo una pequeña mejoría media en a) dolor de rodilla (diferencia de medias estandarizada [DME] 0,22 [IC del 95%: 0,03 a 0,40]; cinco ensayos, 943 pacientes; I2: 48%; calificación de las recomendaciones GRADE: baja),b) calidad de vida específica para la rodilla (DME 0,43 [IC del 95%: 0,10 a 0,75]; tres ensayos, 350 pacientes; I2: 56%; GRADE: bajo) y c) función de la rodilla (DME 0,18 [IC del 95%: 0,04 a 0,33]; seis ensayos, 1.050 pacientes; I2: 27%; GRADE: bajo).
Cuando el análisis se limitó a las personas sin osteoartritis (grupo B), hubo una mejoría pequeña a moderada en a) dolor de rodilla (DME 0,35 [IC del 95%: 0,04 a 0,66]; tres ensayos, 402 pacientes; I2: 58%; GRADE: muy bajo ), b) calidad de vida específica para la rodilla (DME 0,59 [IC del 95%: 0,11 a 1,07]; dos ensayos, 244 pacientes; I2: 71%; GRADE: bajo) y c) función de la rodilla (DME 0,30 [IC del 95%: 0,06 a 0,53]; cuatro ensayos, 507 pacientes; I2: 44%; GRADE: muy bajo). No hubo mejoría en el dolor, la función o la calidad de vida de la rodilla en los pacientes que recibieron APM en comparación con cirugía placebo a los 6 a 12 meses en el grupo A o B (dolor: DME 0,08 [IC del 95%: −0,24 a 0,41]; un ensayo, 146 pacientes; GRADE: bajo; función: DME −0,08 [IC del 95%: −0,41 a 0,24]; un ensayo, 146 pacientes; GRADE: alto; calidad de vida: DME 0,05 [IC del 95%: −0,27 a 0,38]; un ensayo; 146 pacientes; GRADE: alto). No se identificaron ensayos para las personas en el grupo C.

Conclusión
La realización de una APM en todos los pacientes con dolor de rodilla y desgarro de menisco no es apropiada y el tratamiento quirúrgico no debe considerarse la intervención de primera línea. Sin embargo, puede haber un beneficio pequeño a moderado de la APM en comparación con la fisioterapia para pacientes sin osteoartritis. Ningún ensayo se ha limitado a los pacientes que fallan al tratamiento no quirúrgico o a los pacientes con un desgarro meniscal inestable en una articulación no artrósica. Se necesita más investigación para establecer el valor de la APM en esta población.

Número de registro de protocolo PROSPERO CRD42017056844.

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