Daniel E Freedberg, Lawrence S Kim, Yu-Xiao Yang
Gastroenterology 2017, 152 (4): 706-715
Antecedentes y objetivos
Gastroenterology 2017, 152 (4): 706-715
Antecedentes y objetivos
El propósito de esta revisión es evaluar los riesgos
asociados con el uso a largo plazo de los inhibidores de la bomba de protones
(IBP), centrándose en el uso a largo plazo de los IBP para tres indicaciones
comunes: enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), esófago de Barrett (BE)
y profilaxis de sangrado con antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
Métodos
Métodos
Las recomendaciones descritas en esta revisión se basan en
la opinión de expertos y en publicaciones relevantes de PubMed, EMbase y la
biblioteca Cochrane (hasta julio de 2016). Para identificar los ensayos pertinentes
en curso, consultamos clinicaltrials.gov. Para evaluar la calidad de la
evidencia, utilizamos un enfoque modificado basado en el Grupo de trabajo
GRADE. El Comité de Actualizaciones de Práctica Clínica de la Asociación
Americana de Gastroenterología ha revisado estas recomendaciones.
Consejos de buenas prácticas
1.
Los pacientes con ERGE y complicaciones
relacionadas con el ácido (es decir, esofagitis erosiva o estenosis péptica)
deben tomar un IBP para la curación a corto plazo, el mantenimiento de la
curación y el control de los síntomas a largo plazo.
2.
Los pacientes con ERGE sin complicaciones que
responden a IBP a corto plazo deben intentar detenerlos o reducirlos
posteriormente. Los pacientes que no pueden reducir los IBP deben considerar la
monitorización ambulatoria del pH/impedancia esofágica antes de comprometerse
al uso de IBP de por vida para ayudar a distinguir la ERGE de un síndrome
funcional. Los mejores candidatos para esta estrategia pueden ser pacientes con
síntomas predominantemente atípicos o aquellos que carecen de una
predisposición evidente a la ERGE (por ejemplo, obesidad central, hernia hiatal
grande).
3.
Los pacientes con esófago de Barrett y ERGE
sintomática deben tomar un IBP a largo plazo.
4.
Los pacientes asintomáticos con esófago de
Barrett deben considerar un IBP a largo plazo.
5.
Los pacientes con alto riesgo de sangrado relacionado
con úlceras por los AINE deben tomar un IBP si continúan tomando los AINE.
6.
La dosis de los IBP a largo plazo debe
reevaluarse periódicamente para que se pueda prescribir la dosis más baja de
IBP efectiva para controlar la enfermedad.
7.
Los usuarios de IBP a largo plazo no deben usar
probióticos de forma rutinaria para prevenir infecciones.
8.
Los usuarios de IBP a largo plazo no deben
aumentar de forma rutinaria su ingesta de calcio, vitamina B12 o magnesio más
allá de la cantidad diaria recomendada (RDA).
9.
Los usuarios de IBP a largo plazo no deben
examinar o monitorear de forma rutinaria la densidad mineral ósea, la creatinina
sérica, el magnesio o la vitamina B12.
10. Las
formulaciones específicas de IBP no deben seleccionarse en función de los
riesgos potenciales.
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