Z Al-Boloushi, M P López-Royo, M Arian, E M Gómez-Trullén, P Herrero
Journal of Bodywork and Movement Therapies 2019, 23 (1): 122-137
Journal of Bodywork and Movement Therapies 2019, 23 (1): 122-137
Antecedentes
Las técnicas no quirúrgicas mínimamente invasivas se han
utilizado ampliamente en todo el mundo para tratar las lesiones
musculoesqueléticas. De estas técnicas, los agentes farmacéuticos inyectables
son los tratamientos más comúnmente empleados, siendo los corticosteroides los
fármacos más utilizados. El objetivo de este artículo es revisar la evidencia científica
actual y la efectividad de las técnicas no quirúrgicas mínimamente invasivas,
ya sea solas o combinadas, para el tratamiento de la fascitis plantar.
Métodos
Métodos
Esta revisión sistemática se llevó a cabo desde abril de
2016 hasta marzo de 2017, de acuerdo con la declaración de PRISMA (Preferred
Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses) y se registró en
PROSPERO. Se incluyeron ensayos controlados aleatorios (ECA) de pacientes
adultos diagnosticados con fascitis plantar, así como estudios de intervención,
con un tamaño de muestra mínimo de 20 sujetos por estudio (10 por grupo). La
evaluación de la elegibilidad del estudio fue desarrollada por tres revisores
de manera independiente y de manera estandarizada no cegada. La escala de la
base de datos de pruebas de fisioterapia (PEDro) se utilizó para analizar la
calidad metodológica de los estudios.
Resultados
Resultados
Se revisaron veintinueve artículos de texto completo sobre
técnicas mínimamente invasivas. Estos artículos se centraron en las inyecciones
de corticosteroides, plasma rico en plaquetas, Botox, inyecciones de dextrosa,
así como en estudios comparativos con punción seca versus punción simulada.
Conclusión
Conclusión
El tratamiento de la fascitis plantar ha mejorado
dramáticamente en la última década y las técnicas mínimamente invasivas están
cada vez más disponibles. Los hallazgos de la investigación han demostrado que
los efectos a largo plazo de los tratamientos mínimamente invasivos (no
quirúrgicos) como la terapia de ondas de choque, las inyecciones de toxina
botulínica tipo A, las inyecciones de plasma rico en plaquetas y la
electrólisis percutánea intratisiada durante la punción seca muestran
resultados similares y, a veces, mejores cuando se comparan sólo con las
inyecciones de corticosteroides. Estos últimos han sido el pilar del
tratamiento durante muchos años a pesar de sus efectos secundarios asociados
tanto a nivel local como sistémico.
Hasta la fecha, no hay una guía de tratamiento definitiva
para la fascitis plantar. Sin embargo, los hallazgos de esta revisión de la
literatura pueden ayudar a informar a los profesionales y clínicos que utilizan
métodos invasivos para el tratamiento de la fascitis plantar con respecto a los
niveles de evidencia de las diferentes modalidades de tratamiento disponibles.
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