Juliet E Compston, Michael R. McClung, William D Leslie
Lancet 2019 January 26, 393 (10169): 364-376
Lancet 2019 January 26, 393 (10169): 364-376
Las fracturas resultantes de la osteoporosis se vuelven cada
vez más comunes en las mujeres después de los 55 años y en los hombres después
de los 65 años, lo que da como resultado una importante morbilidad asociada con
los huesos y un aumento de la mortalidad y los costos de atención médica.
Los avances en la investigación han conducido a una evaluación más precisa del riesgo de fractura y han aumentado el rango de opciones terapéuticas disponibles para su prevención.
Los avances en la investigación han conducido a una evaluación más precisa del riesgo de fractura y han aumentado el rango de opciones terapéuticas disponibles para su prevención.
Los algoritmos de riesgo de fractura que combinan los
factores de riesgo clínico y la densidad mineral ósea ahora se utilizan
ampliamente en la práctica clínica para dirigirse a individuos de alto riesgo
para el tratamiento.
El descubrimiento de vías clave que regulan la resorción y formación ósea ha identificado nuevos enfoques para el tratamiento con mecanismos de acción distintivos.
El descubrimiento de vías clave que regulan la resorción y formación ósea ha identificado nuevos enfoques para el tratamiento con mecanismos de acción distintivos.
La osteoporosis es una afección crónica y se requiere un
tratamiento a largo plazo, a veces de por vida. En individuos con alto riesgo
de fractura, es probable que el perfil de beneficio versus riesgo sea favorable
durante hasta 10 años de tratamiento con bifosfonatos o denosumab.
En personas con un riesgo muy alto o inminente de fractura, debe considerarse la terapia con teriparatida o abaloparatida. Sin embargo, dado que la duración del tratamiento con estos medicamentos se limita a 18-24 meses, el tratamiento debe continuarse con un medicamento antirresortivo.
Las personas con alto riesgo de fracturas no reciben un tratamiento adecuado y las estrategias para abordar esta brecha de tratamiento, por ejemplo, la implementación generalizada de Unidades de Coordinación de Fracturas (Fracture Liaison Services) y la mejora de la adherencia a la terapia, son desafíos importantes para el futuro.
En personas con un riesgo muy alto o inminente de fractura, debe considerarse la terapia con teriparatida o abaloparatida. Sin embargo, dado que la duración del tratamiento con estos medicamentos se limita a 18-24 meses, el tratamiento debe continuarse con un medicamento antirresortivo.
Las personas con alto riesgo de fracturas no reciben un tratamiento adecuado y las estrategias para abordar esta brecha de tratamiento, por ejemplo, la implementación generalizada de Unidades de Coordinación de Fracturas (Fracture Liaison Services) y la mejora de la adherencia a la terapia, son desafíos importantes para el futuro.
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