Elizabeth R C Millett, Sanne A E Peters, Mark Woodward
BMJ: British Medical Journal 2018 7 de noviembre de 363:
k4247
Objetivos
Investigar las diferencias sexuales en los factores de
riesgo de infarto de miocardio (IM) y si varían con la edad.
Diseño
Estudio prospectivo poblacional (UK Biobank) con 471.998
participantes (56% mujeres; edad media 56.2) sin antecedentes de enfermedad
cardiovascular.
Medida principal de resultado
IM incidente (fatal y no fatal)
Resultados
5.081 participantes (1.463 (28.8%) de los cuales eran
mujeres) tuvieron un IM a lo largo de un seguimiento medio de más de siete
años, lo que resultó en una incidencia de 7,76 por 10.000 personas año (95% IC:
7,37 a 8,16) para mujeres y 24,35 (23.57 a 25.16) para hombres. Los índices de
presión arterial más altos, la intensidad del hábito de fumar, el índice de
masa corporal y la presencia de diabetes se asociaron con un mayor riesgo de IM
en hombres y mujeres, pero las asociaciones se atenuaron con la edad. En las
mujeres, la presión arterial sistólica y la hipertensión, fumar y la intensidad
del tabaquismo y la diabetes se asociaron con índices de riesgo más altos para
el IM en comparación con los hombres: índice de riesgos de 1,09 (95% IC: 1,02 a
1,16) para la presión arterial sistólica; 1,55 ( 1.32 a 1.83) para fumadores
actuales; 2.91 (1.56 a 5.45) para diabetes tipo 1 y 1.47 (1.16 a 1.87) para
diabetes tipo 2. No hubo pruebas de que ninguno de estos índices de riesgo disminuyera
con la edad (p> .2). Con la excepción de la diabetes tipo 1, la incidencia
de IM fue mayor en hombres que en mujeres para todos los factores de riesgo.
Conclusiones
Aunque la incidencia de IM fue mayor en los hombres que en
las mujeres, varios factores de riesgo se asociaron más fuertemente con el IM
en las mujeres en comparación con los hombres. Las asociaciones específicas por
sexo entre los factores de riesgo y el IM disminuyeron con la edad, pero, donde
ocurrió, se mantuvo el mayor riesgo relativo en las mujeres. A medida que la
población envejece y la prevalencia de factores de riesgo asociados con el
estilo de vida aumenta, la incidencia de infarto de miocardio en las mujeres
probablemente se volverá más similar a la de los hombres.
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