Pauline M Genin, Pascal Dessenne, Julien Finaud, Bruno
Pereira, Frederic Dutheil, David Thivel, Martine Duclos
Frontiers in Public Health 2018, 6: 279
Objetivo
Si bien las estrategias de salud pública se desarrollan para
combatir las conductas sedentarias y promover la actividad física, algunas
actividades profesionales y, especialmente las terciarias, se han señalado por
su naturaleza altamente sedentaria. Aunque las empresas proponen cada vez más
programas de actividad física en el lugar de trabajo a sus empleados para
aumentar sus niveles de actividad física, el tiempo de estar sentado y trabajando
con pantallas sigue siendo extremadamente alto. El objetivo principal de este
trabajo fue comparar los indicadores de salud entre empleados terciarios
activos e inactivos con altos niveles de sedentarismo similares. En segundo
lugar, cuestionamos los efectos de un programa de actividad física en el lugar
de trabajo de 5 meses de duración en los indicadores generales de salud entre
los empleados terciarios inicialmente activos e inactivos.
Métodos
Se evaluaron las medidas antropométricas, la composición
corporal (bioimpedancia), la aptitud física (cardiorrespiratoria y musculoesquelética)
y la calidad de vida relacionada con la salud y la percepción del estado de
salud (cuestionarios autoinformados) entre 193 empleados terciarios activos e
inactivos (T0) y después de una intervención de actividad física (T1) de 5
meses en el lugar de trabajo, compuesto por 2 sesiones físicas por semana.
Resultados
Se encontraron mejoras significativas en el rendimiento de
las flexiones (p <.001), la fuerza muscular de la espalda (p <.001), la
masa grasa (p <.01) y la circunferencia de la cintura (p <.05) en los
trabajadores activos en comparación con los inactivos, tanto al inicio del
estudio como al final del programa. La percepción de la salud (p <.001) fue
significativamente diferente entre los grupos en T0 pero no en T1. Sin embargo,
no se observaron diferencias significativas para la masa libre de grasa, el
IMC, el bienestar en el lugar de trabajo y la fuerza muscular de las
extremidades inferiores y superiores. Las variaciones entre T0 y T1 demuestran
que, si bien todos los parámetros estudiados progresaron positivamente durante
el programa de 5 meses, la percepción de la salud (p <.001), la fuerza
muscular de la espalda (p <.05) y el IMC (tendencia) mostraron una progresión
significativamente mayor en el grupo inactivo comparado con el activo.
Conclusión
Es posible que los indicadores de salud no mejoren entre los
empleados terciarios activos en comparación con los inactivos, lo que podría
deberse al alto nivel de sedentarismo que caracteriza su tarea ocupacional. Los
programas de actividad física estructurados en el sitio pueden mejorar la salud
tanto de los empleados inicialmente activos como inactivos.
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