Dr. Gunnar Gislason
European Society of Cardiology (ESC) 2010 Congress
Este trabajo recientemente presentado parece demostrar que el uso a corto plazo de AINE se asoció con un riesgo incrementado de ACV en un estudio poblacional realizado en Dinamarca y que incluía exclusivamente individuos sanos.
Con base en los registros nacionales de salud de Dinamarca, el grupo del Gislason estudió a toda la población danesa de más de 10 años de edad. Para seleccionar sólo a los individuos sanos, excluyeron a todos aquellos que habían sido ingresados en un hospital en los últimos 5 años y también a aquellos a los que se había prescrito medicación crónica durante 2 años o más. Estas exclusiones dejaban una población total sujeto del estudio de aproximadamente 500.000 personas. 
Mediante los registros de prescripción, los investigadores hallaron que el 45% de esos individuos sanos había recibido al menos una prescripción de AINE entre 1997 y 2005. Posteriormente, usando los datos de ACV tanto con resultado de hospitalización como de fallecimiento, estimaron los casos de ACV fatal y no-fatal asociados con el uso de AINE mediante modelos proporcionales de Cox y otros análisis.
Los resultados indican que el uso de AINE se asoció con un riesgo incrementado de ACV, que variaba entre aproximadamente el 30% con naproxeno e ibuprofeno y el 86% usando diclofenaco
AINE      HR(95% CI) para riesgo de ACV
Ibuprofeno 1.28 (1.14 – 1.44)
Diclofenaco 1.86 (1.58 – 2.19)
Rofecoxib 1.61 (1.14 – 2.29)
Celecoxib 1.69 (1.11 – 2.26)
Naproxeno 1.35 (1.01 – 1.79)
Se encontró igualmente una relación dosis-respuesta, que llegaba a alcanzar el 90% (HR 1.90) con dosis de ibuprofeno superiores a 200mg y del 100% (HR 2.0) usando dosis de diclofenaco superiores a los 100 mg, lo que resulta particularmente llamativo sobre todo si tenemos en cuenta que el estudio se llevó a cabo en individuos sanos.
Aunque los datos fueron controlados por edad, sexo y estatus socio-económico y la población no incluía pacientes crónicos, se puede considerar la existencia de factores confundidores. Sin embargo, hay que considerar que el grado de confundidores necesario para anular el riesgo hubiera requerido un incremento de cuatro o cinco ves el HR, lo que es muy poco probable. 
Los resultados no resultan particularmente sorprendentes al equipo investigador sobre todo si se considera la creciente evidencia de incremento de riesgo para infarto de miocardio (IAM) con los citados fármacos, dado que el mecanismo probablemente sea el mismo, para el que se han desarrollado varias hipótesis, incluyendo que producirían un incremento en el efecto trombótico sobre las plaquetas, el endotelio y/o las placas de aterosclerosis, el incremento de la TA y otros efectos sobre los riñones y la retención de sal.
A pesar de todo, los autores indican que encuentran una falta de motivación en los profesionales a dejar de utilizar estos fármacos, dado que en la actualidad aún no se dispone de ensayos clínicos aleatorizados, lo que hace muy difícil el cambio de hábitos de prescripción, por lo que han puesto en marcha una campaña para evitar que los AINE se dispensen sin receta en las oficinas de farmacia, cosa que de momento han logrado con el diclofenaco en Dinamarca, aunque es de notar que muchos AINE son medicación “over-the-counter” en los EEUU y muchos otros países, lo que puede representar implicaciones masivas de salud pública.
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