Los puntos dolorosos son una medida aceptada de distress y se ha sugerido que la existencia de múltiples puntos debería ser considerada como un estadio precoz de un proceso de somatización de ese distress. De forma similar, la evidencia reciente sugiere que el dolor crónico generalizado (DCG) es igualmente una manifestación de dicha somatización.
Dado que un alto nº de puntos dolorosos y la presencia de DCG son los datos clínicos relevantes del s. de fibromialgia, se hipotetiza que en pacientes somatizadores, el hallazgo de un nº alto de puntos dolorosos o un bajo umbral de dolor, podría predecir el futuro desarrollo de un cuadro de DCG.
Para probar la hipótesis, se estudia de forma prospectiva a 245 adultos en edad laboral (25-65 años), libres de DCG basado en un cuestionario detallado sobre dolor y otro cuestionario psicosocial que incluye la Somatic Symptom Checklist y la subescala de Comportamiento de Enfermedad de la Illness Attitude Scale. A todos los participantes se les hace un estudio de umbral doloroso usando un algómetro de presión Fischer. El recuento de puntos dolorosos incluye todas las áreas que presentan umbral doloroso inferior a 4kg/cm2
El seguimiento se mantiene a lo largo de 15 meses y en ese momento, se recogen nuevamente datos de los 231 participantes (93%) que aún vivían en la misma dirección postal, usando los mismos instrumentos.
Resultados.- Al final del seguimiento, 26 (11%) de participantes, habían desarrollado un nuevo cuadro de DCG. Aunque los sujetos con un umbral basal bajo no estaban en riesgo incrementado de desarrollar síntomas, un alto recuento de puntos dolorosos si predecía el desarrollo de DCG una vez ajustado por edad, sexo, dolor basal y otros factores confundidores
Conclusión.- Los participantes libres de DCG se encuentran en situación de riesgo incrementado si presentan un recuento alto de puntos dolorosos, mientras que un bajo umbral de dolor no predice la aparición de síntomas. De hecho, los datos de este estudio permiten sugerir que el bajo umbral de dolor en pacientes con DCG probablemente sea un fenómeno secundario al dolor o al distress más que el precursor de los síntomas.
Ann Rheum Dis 2007;66:517-521
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