Desde hace tiempo ha existido una discusión sobre el uso adecuado de paracetamol o AINEs en el manejo de la artrosis, que, de alguna manera, ha sido resuelto por el American College of Rheumatology en su guía clínica, al recomendar el paracetamol como tratamiento inicial en la artrosis de cadera y rodilla.
Sin embargo, en el caso del dolor de origen en tejidos blandos más que en estructuras articulares, existe muy poca evidencia, por lo que este trabajo de Woo et al. (Randomized double-blind trial comparing oral paracetamol and oral antiinflammatory drugs for treating pain after musculoskeletal injury. Ann Emerg Med. 2005;46:352-361) intenta aclarar las cosas.
Se trata de un estudio aleatorizado a doble ciego que incluye pacientes de más de 16 años que consultan por un traumatismo aislado en un miembro (n=300) con una edad promedio de 37 años y un 59% varones.
Se realiza una escala visual analógica (EVA) en el momento de inclusión y se aleatoriza a los pacientes a 4 grupos:
A) 1 g. de paracetamol oral + placebo de indometacina oral (grupo paracetamol)
B) placebo de paracetamol oral + 25 mg de indometacina oral (grupo indometacina)
C) placebo de paracetamol oral + 25 mg. de diclofenaco oral (grupo diclofenaco)
D) 1 g. de paracetamol oral + 25 mg. de diclofenaco oral (grupo mixto)
Los pacientes son monitorizados durante 2 horas después de la administración y posteriormente, se les indica tratamiento domiciliario con 1g. de paracetamol (o placebo)/ 6 horas o bien 25 mg. de AINE (o placebo)/ 8 horas.
La principal medida de resultado que se usa es la presencia de una reducción clínicamente significativa en la EVA (= ó >13 mm en una EVA de 100) tanto en reposo como en actividad a los 30, 60, 90 y 120 minutos y posteriormente a los 3 días.
Se definió actividad como la movilización suave de la zona afecta en el hospital, mientras que en el domicilio, como las rutinas diarias habituales.
Los pacientes rellenaron en sus domicilios una EVA cada 8 horas durante los 3 días siguientes y se les indicó que comunicaran los efectos adversos.
Resultados: Los registros basales de VAS se encontraban en <30 mm en reposo y <70 con la actividad. En la 1ª hora, todos los grupos tuvieron una disminución de 13 mm o menos.
El grupo mixto fue el primero en lograr una reducción superior a 13 mm en 90 minutos. Los grupos no presentaron diferencias en la reducción de dolor, en la proporción de pacientes que completaron el tratamiento, en necesitar más analgesia, en necesitar tratamiento adicional, en el tiempo de regreso a función normal ni en el tiempo de curación de heridas.
Conclusión: El paracetamol oral fue tan eficaz desde el punto de vista analgésico como la indometacina, diclofenaco o diclofenaco + paracetamol, aunque, en general, la satisfacción del paciente fue baja con estos tratamientos y no se presentaron efectos secundarios de importancia con ninguno de ellos.
A mi se me ocurre que:
1. El uso de analgésicos es similar al de AINE, siempre y cuando usemos los unos y los otros a dosis terapéuticas. De nada vale la indicación “.....si dolor”, que vemos con tanta frecuencia todavía. La analgesia debe ser pautada siempre y a dosis correctas.
2. La muy baja satisfacción de los pacientes con el tratamiento debería hacernos reflexionar sobre si realmente estamos haciendo las cosas bien para aliviar el dolor a nuestros pacientes, que es, al fin y al cabo, lo menos que podemos ofrecerles a la espera de la resolución del proceso.
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